Siempre fui atraída por los aromas. Amaba ir a esas tiendas donde además de cremas puedes adquirir el gel para baño, el spray refrescante y demás cosas con el mismo aroma; mi favorito coco-limón.
Una temporada de mi vida viví en Francia y las fragancias eran parte importante de mi vida. Recuerdo comprar en este país un perfume que solo ahí podía conseguir. Era el perfume que utilizaba para las grandes ocasiones. Su aroma era exquisito y su precio era significante…. y nunca hice consciencia del precio que pagaba mi organismo por usarlo.
Después de tener una relación amorosa con los aromas ahora no uso perfumes ni productos de cuidado personal que adquiera en el super o tiendas departamentales. Tampoco encuentras en mi casa o el auto aromatizantes o velas. Y si te preguntas porque, la respuesta es sencilla: nuestras células no distinguen entre lo bueno y lo malo.
¿Sabías que los perfumes y otros productos contienen esencias naturales de las plantas?
Supongo que si lo sabes. ¿Y sabias que también contienen gran cantidad de químicos sintéticos? Tal vez también lo sabes. Sin embargo, ¿sabes el daño que le causan a tu cuerpo? Todos estos ingredientes sintéticos son disruptores hormonales y causan gran cantidad de problemas de salud en nuestro organismo.
Tenemos opciones a la mano que son seguras, provienen de la naturaleza y no nos hacen daño. Mi perfume ahora es aceite esencial y he descubierto deliciosos aromas… mis favoritos: stress away, harmony, gratitude. En lugar de velas aromáticas en mi casa encuentras difusores que dispersan aceites esenciales; una mezcla refrescante purificación y limón. Otra de mis favoritas ylang ylang y hierbabuena. Las opciones son innumerables.
¿Amas los aromas? Cuida tu cuerpo, cuida tus células, disfruta de los aromas que nos da la naturaleza. Al usar aceites esenciales descubrirás un mundo nuevo de esencias dulces, picantes y frescas. Te aseguro que iniciaras una nueva relación amorosa.